La confesión de una mujer
Veinticuatro horas en la vida de una mujer (Acantilado, 2015) narra las veinticuatro horas en la vida de una mujer que se enamora del hombre equivocado. El hombre equivocado es un ludópata consumido, que no está dispuesto a desviarse de su camino: jugar la próxima ficha. El amor dura físicamente veinticuatro horas. Pero el desasosiego de la ruptura permanece en la memoria de esta mujer por el resto de su vida. La historia la conocemos a través de ella, que muchos años después, en un hotel perdido, se encuentra con un desconocido y siente la necesidad de contarle el momento más intenso de su vida.
La vida puede ser larga o corta. Intensa o apática. Genuina o perversa. La vida puede ser todo esto o todo lo contrario. Pero hay instantes decisivos, chispazos inesperados que cambian la historia de lo que pensábamos que iría en una dirección y termina yendo en la contraria.
Amar a la persona equivocada a veces dura veinticuatro horas y a veces dura la vida entera. Especialmente cuando el amar se convierte en "dar lo que no soy a alguien que no es", como me dijo un amigo. La pregunta que nos queda de fondo: ¿cuándo y cuál será ese día que cambiará por siempre nuestra existencia? Quizá, mañana.
P.D.: La foto fue tomada desde mi ventana, en Boston. A la izquierda, una artesanía comprada en Montevideo. A la derecha, una planta comprada en Trader Joe's a cuatro dólares.